jueves, 27 de septiembre de 2012

El Otoño


Se deshoja la piel del viejo. La uña, el pulgar, la mano, todo hasta el hombro. El Otoño no ve tallo largo y verde, no distingue rodillas huesudas o muslos bien formados. Senos pezonudos o rocosos. Desmorónase el vientre y coagula la sangre de cada 6. Se le seca la vista, fatiga el olfato, se rompe el oído, y todo... todo para ofrendar el Otoño que viene. Si la vieja osara en tirarse a la pecera y volverse un alga, humedecer sus ganas de vivir, estaría en contra de la ley. Debe procurar escamas, agotar saliva y al final engendrar un hijo seco y coaguloso que sólo viva de semillas. Tiene que tirarse al viento y oler fango. Sembrarse 5 meses pasando Mayo bajo una columna de maíz, convertirse hongo. Regresar al estado natural. El Otoño no procura vida ni sed, sólo te recoge en Octubre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario