Pero lento. Pero pronto.
Nos echaremos unas cervezas a la par.
No tengo tu ritmo, ni pretendo seguirlo.
Estaré siempre detrás de ti. Un paso.
No tomo hasta orinarme.
Tomo hasta interesarme en lo que dices, porque mi cerebro se apendeja y no recuerdo mis cosas.
Así que, yo invito la primera ronda, tal vez sea la única que te aguante.
Nos veremos a las 5, en la cantina de siempre, a la que no hemos ido.
Intento conocerte sin hacerte tantas preguntas esta vez.
Dejaré que fluyan las respuestas, como telepatía.
Pero déjate ver. Pero déjate verme.
Hay que vernos pronto, aunque a tu ritmo, yo iré lento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario