domingo, 24 de enero de 2016

A veces nos pasamos mucho tiempo queriendo ser como alguien más

A veces nos pasamos mucho tiempo queriendo ser como alguien más: tratamos de lucir el mismo cabello, maquillaje, ropa, hablar de la misma forma o tener las mismas mañas. Creemos que por hacerlo podremos obtener la atención que esa persona tiene. Nos la pasamos queriendo ser otro, vivir su vida, pero al final no obtenemos nadita de lo que creímos conseguir. Solamente nos empezamos a "desamar", a desmoronar, a decepcionar de todo lo que no podemos ser. Me ha pasado, he querido ser tantas personas que olvidé cómo era yo. Me caía a cachitos. Una y otra vez me sentía un fracaso porque no era ni la más mínima parte de quien yo imitaba. Se te baja todo, la autoestima, el valor, el coraje, las ganas, el amor. Y después empiezas a ver que ser tú no es tan malo, que perdiste gran parte de tu vida sin tu chispa, y que quizá ya es momento de agarrar la onda y vivirte. Tal vez alguien más confundido que tú desee imitarte, y preferible que copie tus propias formas que las que tú mal-copiaste a otro u otros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario